Con coreografía de Marius Petipa a partir de La novela de la momia de Théophile Gautier, el ballet La Hija del Faraón cosechó un gran éxito en el momento de su creación en 1862, antes de caer en el olvido en el siglo XX, porque no respondía a los criterios del realismo socialista entonces en vigor en el panorama artístico de la Unión Soviética. En 2000, Pierre Lacotte recuperó esta producción para el Bolshói de Moscú, con nueva escenografía y nuevo vestuario.
En esta grabación realizada en 2003, la pareja formada por Svetlana Zakharova y Sergei Filin ofrecen una maravillosa representación del drama. Los sueños de opio, el vestuario, el maquillaje y la escenografía de inspiración egipcia, así como la propia trama trasladan al espectador a un universo exótico, como en La Bayadera, creada unos años después. La dificultad de las variaciones en las que se se mueven los bailarines principales es similar al fasto de las escenas que reúnen a la totalidad o a casi la totalidad del cuerpo de baile del Teatro del Bolshói. Por último, a Orquesta del Teatro del Bolshói, encabezada por Alexander Sotnikov, que también firma la adaptación de la partitura original, interpreta con alegría la música de Cesare Pugni.
Fotografía © Damir Yusupov