Turandot de Puccini
Claus Guth (puesta en escena), Marco Armiliato (director) — Con Asmik Grigorian (Turandot), Jonas Kaufmann (Calaf), Kristina Mkhitaryan (Liù)
Casting
Etienne Pluss
Ursula Kudrna
Olaf Freese
Roland Horvath
Sommer Ulrickson
Konrad Kuhn
Nikolaus Stenitzer
Kristina Mkhitaryan
Dan Paul Dumitrescu
Martin Hässler
Norbert Ernst
Hiroshi Amako
Jörg Schneider
Attila Mokus
Sobre el programa...
«Aquí termina la obra del maestro. Fue en este punto que murió», fue lo que dijo el legendario Arturo Toscanini el día del estreno en 1926 de la obra maestraTurandot de Puccini en el teatro de La Scala de Milán. Las pesadas cortinas de terciopelo se cierran luego de seis compases después de la salida de la procesión que rodea el cuerpo de Liu, donde la pluma del compositor escribió por última vez, apartado en una cama de hospital en Bélgica, con un cáncer de garganta en 1922. La obra reúne muchos de los temas explorados por Puccini a lo largo de toda su vida, desde el misticismo fantástico de Le Villi (1884), el drama romántico cargado de expresivas melodías de la La bohème (1896), la impactante grandiosidad de Tosca (1900), el amor en La fanciulla del West (1910) y el orientalismo de Madama Butterfly (1904) para consolidar en Turandot su proyecto más ambicioso, complejo y exquisito.
Basado en la obra de Carlo Gozzi, el libreto de Giuseppe Adami y Renato Simoni nos sumerge en una legendaria versión de Pekín, regida por el emperador Altoum (Jörg Schneider) y su hija, la cruel princesa Turandot (Asmik Grigorian). Sin deseos de casarse, impone a sus pretendientes una prueba compuesta por tres acertijos, cuya falla los lleva a la muerte. En la ciudad, el príncipe Calaf (Jonas Kaufmann) y su padre Timur (Dan Paul Dumistrecu), rey de los tártáros, se esconden entre sus enemigos, acompañados de su joven sirvienta Liu (Kristina Mkhitaryan), quien está enamorada del príncipe. A pesar de las protestas de Timur y Liù, Calaf —deslumbrado por la belleza de Turandot— se somete a la prueba de los tres acertijos, misma que gana brillantemente. Turandot ruega entonces a su padre que impida el matrimonio y el príncipe, deseoso de un matrimonio de amor, le ofrece una prueba de motu proprio: accede a morir si ella no logra averiguar su nombre antes del amanecer. Para lograrlo, la princesa no duda en torturar a Liù quien, negándose a hablar, termina suicidándose como un acto final de lealtad. Asombrado por esta crueldad, Calaf mismo ofrece su vida a Turandot, revelándole su nombre. Ahora, asombrada ella por el gesto, la princesa se quiebra y, al tiempo que revela su victoria a su propio pueblo, proclama: «¡Su nombre es Amor!»
Realizar una ópera a partir de la melodía: esta fue la ambición (y el gran logro) de Puccini en Turandot, ¡y son pocos, en efecto, los que nunca se han encontrado con la famosa 'Nessum Dorma'. Con un elenco de excepción, la puesta en escena de Claus Guth destaca los acentos satíricos de esta tragedia ¡y es bajo la batuta de Marco Armiliato que las piezas orquestales, finos ejemplos del genio de Puccini, se revelan en toda su majestuosidad!
Fotografía © Monika Rittershaus