Street Scene de Kurt Weill

Huyendo de la Alemania nazi y al llegar a Estados Unidos, Kurt Weill compone Street Scene. Maravillado por la vitalidad de la escena musical norteamericana, el compositor logra conciliar el espíritu del musical de Broadway, el jazz, el blues y, desde luego, la tradición operística europea (con sus recitativos, arias y coros de estilo italiano) en esta obra a medio camino entre la todavía brechtiana Ópera de los tres centavos (obra de juventud del mismo Weill) y la más tardía West Side Story de Bernstein, de la que es en cierta forma una anticipación. Con libreto de Elmer Rice —dramaturgo ganador del premio Pulitzer en 1929—, Street Scene, con su crudeza, está cargada de una poderosa teatralidad.

Bajo la batuta ágil de Tim Murray, esta nueva y deslumbrante producción de John Fulljames pone sobre el escenario la energía electrizante de las calles de Nueva York, la inspiración primigenia del compositor.

¿De qué se trata? El lado Este de Nueva York es el nido de una multitud de vidas y situaciones precarias, romances, disputas, chismes, engaños y traiciones frecuentemente llevadas al límite. Frank, hombre de carácter fuerte y violento, no es capaz de percibir la tristeza en la que vive su esposa Anna debido a su frialdad. Cuando Frank la sorprende con un amante, los mata a los dos y es encarcelado, dejando sola a su hija Rose —también, desafortunada en el amor—.