Con solamente 44 años de edad, la estrella de la dirección orquestal Yannick Nézet-Séguin ha consolidado ya una presencia digna de toda una vida de trabajo. No te lo pierdas en este interpretación de una de sus especialidades: ¡la colosal Quinta Sinfonía de Mahler al frente de la Filarmónica de Róterdam!
1901 fue un año de altibajos para Mahler: una hemorragia en febrero casi acaba con su vida; pero en noviembre conocería a Alma Schindler, su futura esposa. Compuesta en esos momentos de turbulencia, su Sinfonía n.° 5 abarca en concordancia un rango tonal muy amplio, comenzando por la marcha fúnebre en do sostenido menor y cerrando con el incandescente rondó en re mayor; entre esos dos polos de lamento y júbilo yace el exquisito Adagietto en fa mayor, uno de los momentos mahlerianos más entrañables del repertorio, y una carta de amor a Alma.
El vínculo magnético entre Nézet-Séguin y la RPhO, forjado durante su celebrado periodo como director durante una década, es producto del equilibrio entre su dinamismo y brío con cualidades solísticas que los convierten en un equipo perfecto ante retos monumentales. El director conoce esta música íntimamente; la ha dirigido, con elogiosas críticas, en Filadelfia hace unos diez años, y su triunfal regreso a la obra en 2019 fue calificado como «todavía mejor con la edad... apasionado a otro nivel» por The Philadelphia Inquirer.
Yannick Nézet-Séguin aparece por cortesía de Deutsche Grammophon
Fotografía: Yannick Nézet-Séguin © Hans van der Woerd