"El lago de los cisnes" es uno de los ballets más famosos del repertorio clásico. Interpretado en todo el mundo, este gran "baile blanco" ha dado lugar a varias versiones, entre las cuales figura la de Petipa/Ivánov, transmitida por la tradición rusa, la de Burmeister en 1953, y de Nouréyev en 1963 (versión de Viena). Más de 20 años después de su creación en 1984, la famosa interpretación de Noureev vuelve al escenario de la Ópera Nacional de París.
Mientras que el joven príncipe Sigfrido celebra su mayoría de edad, su madre le anuncia que va a tener que elegir, al día siguiente, una esposa durante el gran baile que va a dar por su cumpleaños. Contrariado, el príncipe sale de noche por los alrededores del castillo con la ballesta que le acaban de regalar. Es entonces cuando ve a lo lejos, junto al lago, una bandada de cisnes. Se prepara entonces para disparar pero detiene su gesto: ante él aparece una magnífica mujer vestida de plumas blancas. Esta le cuenta su historia. Se llama Odette y ha sido sometida a un hechizo por el malvado brujo Von Rothbart. Sigfrido cae perdidamente enamorado de la hermosa criatura, cisne de día y mujer de noche. Para liberarla del hechizo, tendrá que desposarla. Al día siguiente, en el baile, Von Rothbart lleva a Odile, un cisne negro, tremendamente similar a Odette. Embaucado por esta, Sigfrido la desposa y sólo se da cuenta, horrorizado, de su error cuando llega la verdadera Odette...
Profundización de la coreografía de Viena, la versión del "lago de los cisnes" de 1984 se centra de nuevo en el rol masculino. En un concepto freudiano que transforma el ballet por un enfoque psicoanalítico e introspectivo, Odile-Odette son fantasmas nacidos de la imaginación del príncipe. Asimismo, el tutor Wolfgang, que ejerce sobre él su autoridad, se convierte en el brujo Von Rothbart que contraria y derriba su visión ideal y romántica del amor. El personaje masculino adopta entonces un lugar central y se le caracteriza con una auténtica profundidad psicológica, mucho más en consonancia con la nueva generación de bailarines de la Ópera.
El cambio importante de esta versión reside también en el final. Nouréyev renuncia al final feliz trocándolo por una escena bastante más cruel: Odette es conducida a las garras de Rothbart, bajo la mirada impotente y paralizada de Sigfrido, que reconoce entonces la imagen de su sueño premonitorio. Nouréyev afirmó lo siguiente: "El "lago de los cisnes" es para mí una larga ensoñación del príncipe Sigfrido. Este, alimentado por las lecturas románticas que han exaltado su deseo de infinito, rechaza la realidad del poder y del matrimonio, que le imponen su tutor y su madre. "